Bruce Banner (Edward Norton) estuvo involucrado en un experimento de rayos gamma, el cual provocó que cada que se "excita" un poco, se convierta en una enorme e incontrolable masa de músculos, más fuerte que el mismísimo Lou Ferrigno.
Esto lo ha orillado a ocultarse en una lejana ciudad de Brasil, donde trabaja de jornalero en una embotelladora de refrescos; en dicho lugar está tratando de buscar una cura para el mal que lo aqueja y con ello poder reanudar una vida normal.
De nuevo, al igual que en Iron Man, mi conocimiento acerca del "gigante esmeralda" es muy limitado, se reduce a que es un fulano que cuando se enoja se vuelve, grande, fuerte y malo... aclarando esto, debo decir que me gusto lo mismo que la primer película de Hulk (la de Ang Lee), honestamente no se por qué la gente critica tanto a la primera, ya que aunque no es Spider-man 2, tampoco se puede decir que sea mala; también es justo decir que, de las dos películas "Marvelianas" del verano churromatográfico, Iron Man sigue siendo mejor.
Lo que sí me agradó mucho de esta película, fueron ciertas referencias tanto del universo Marvel, como de la serie de TV de los ochentas... no voy a decir cuales para no arruinar la sorpresa, pero están presentes.
En conclusión, no se dejen engañar por la calsificación A que, extrañamente la RTC le puso a esta película, tiene la misma "carga emocional" de cualquier otra película de super héroes, y valen los treinta y tantos pesos del boleto de entrada (aunque sin duda, pudo ser mejor)
0 comentarios:
Publicar un comentario