Los cómics llegan a un peligroso estancamiento, mientras en la época de la guerra mundial éstos sirvieron como medio para relajar a la gente y hacerla olvidar un poco la problemática mundial, en los 50's y 60's la televisión se convierte en el medio de entretenimiento por excelencia y acapara la atención de chicos y grandes.
Muchos cómics serían cancelados en ésta época y el de Batman estaría a punto de serlo de no ser por una serie de TV que lo revitalizaría, obviamente me refiero a la serie sesentera de Batman, con Adam West y Burt Ward en los papeles de Batman y Robin respectivamente.
La intención original de los productores de esta serie (amada por muchos, odiada por algunos) era realizar primero una película y después una serie de TV, sin embargo por diversas cuestiones de "tiempos y movimientos", primeramente realizaría su debut la serie televisiva y posteriormente la película.
Sobra decir que esta serie fue un exitazo, todos los actores de renombre (y los de no tanto) suplicarían por ser inmortalizados como villano de Batman, o ya de perdida que les dieran un "cameo" en la serie.
La serie televisiva de Batman no solo rescató al cómic de su cancelación, sino que incrustaría en el incosciente popular durante años (y quizás de manera equivocada) la personalidad del personaje, el aspecto de los villanos, las frases emblemáticas de Robin, el diseño del Batimóvil y no digamos la tonadita de entrada (que una vez que la escuchas, es difícil separarla del personaje).
Por desgracia, por cuestiones de derechos y otras parafernalias similares, la serie de TV original nunca ha hecho su debut en formatos caseros (VHS, DVD, etc), lo único disponible de ella es la película (la cual tuvimos oportunidad de reseñar aquí).
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