El "Nuevo Tokio" se encuentra invadido por un conjunto de pandillas que gustan de realizar carreras clandestinas.
Kaneda y Tetsuo son miembros de una de esas pandillas, ambos viven una vida bastante despreocupada y su único interés en la vida es sus carreras de motos; a pesar de estar fuera de la ley varias veces debido a su actitud, ambos son muy buenos amigos, y Kaneda tiene la costumbre de actuar como el "hermano mayor" de Tetsuo.
Un buen día, Tetsuo se accidenta en una carrera al tratar de evitar atropellar a un niño de extraña apariencia... un grupo de asalto llega al lugar de los hechos, y se lleva al niño y a Tetsuo.
Kaneda realiza un plan con sus otros amigos para rescatar a Tetsuo, aunque quizás sea muy tarde.
Akira viene a demostrarnos una vez más, cómo la mentalidad japonesa es muy distinta a la occidental en cuanto a animación se refiere; Akira es una historia intensa y violenta, muy distinta a cualquier ejemplo de animación producido por estos lados e incluso diferente a otros animes... aquí no tenemos personajes chistosos ni simpáticos, no tenemos una historia familiar con mensajes ecológicos (como las manejadas por Studio Ghibli), se podría decir que es más parecida a A Clockwork Orange, que a cualquier otra película animada.
Es de destacar la animación de esta película, a pesar de no tener apoyo de computadoras (al menos "a ojo de buen cubero"), la animación es muy realista, compleja y fluida, en estos aspectos muy superior a la de cualquier otro anime.
La historia es complicada, requiere darle varias vueltas para entenderla al 100%, pero ciertamente es una gran experiencia desde la primera vez... la recomiendo ámpliamente.
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