El tío de Carlos (Humberto Busto) acaba de fallecer, para colmo falleció en domingo y el ministerio público parece no trabajar en esos días... la familia de Carlos no quiere gastar mucho en el entierro, por lo que agarran el directorio y llaman a la primer funeraria que encuentran.
La funeraria en cuestión es manejada por Joaquín (Silverio Palacios), un "muertero" (como así se llama a si mismo) que no solo se dedica a cremar y enterrar muertos, sino que también les saca dinero de maneras no muy honestas; Joaquín tiene una hija de nombre Ana (Maya Zapata), la cual además de ser muy poco sociable, se siente avergonzada del oficio de su padre.
Carlos acompaña a Joaquín a la cremación de su tío, sin embargo este es convencido de que no se quede las cuatro horas que se requiere para cremar un cuerpo, Carlos se va, y Joaquín hace de las suyas.
Esta película no tuve oportunidad de verla en el cine, esto es debido a que el trailer no era muy "amigable al usuario" que digamos y de alguna manera me ahuyentó de la misma, sin embargo después de quitarme ese prejuicio y verla me di cuenta de que es una excelente película.
Aunque de alguna manera, el tipo de historia no es muy original (comedia de humor negro, con toques satíricos y un poco de "thriller"), la historia te mantiene interesado todo el tiempo, además de que las actuaciones son muy buenas, y sobre todo tenemos a un elenco poco convencional, ya que además de no ser caras muy conocidas (salvo la de don Silverio), también se trata de personajes no muy atractivos (ni física ni emocionalmente), lo cual le da un toque de frescura a la película que es difícil de ver en el cine mexicano actual.
La verdad esta película vale mucho la pena, es muy recomendable.
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